| Hoy, más que nunca, el fandom de Harry Potter está de luto.
Muchos nos considerarán locas y dignas de estar en un hospital psiquiátrico por estar llorando la muerte de un actor, al cual no conocimos personalmente y jamás fue cercano a nosotros, pero ellos no entienden que ser Potterico no es una moda, no es un juego, es un estilo de vida, algo que se incrusta en el alma, algo que vive en nuestro corazón.
Muchas de las pottericas crecieron junto a la saga, vivieron su niñez y su adolescencia junto a los personajes de este libro. Aprendieron a querer a cada uno de sus personajes, aunque fuera un Lord malvado, un espía encubierto, el adolescente con complejos, el niño rico y caprichoso que se metía con el protagonista. Incluso algunas de nosotras amamos a ese personaje vestido de rosa que flipaba por los gastos, aquella villana que llegó a ser más odiada que el verdadero antagonista del héroe.
Ese amor, es en gran parte, gracias a los actores que supieron darle vida a esos personajes incluso más allá de la pantalla. Muchos de esos actores terminaron siendo Pottericos como nosotros, de corazón.
En lo personal, la saga llegó a devolverme la sonrisa en los labios porque me permitió ser niña de nuevo, tener la segunda oportunidad de vivir la niñez con felicidad, si alguien sabe leer entre líneas, sabrá que angelito salió de allí.
Las películas fueron casi saliendo a la par que los libros. Vimos a esos chicos crecer, a los adultos envejecer, a los personajes ir madurando. Hemos llorado la muerte de algunos, así que nos van a perdonar que nos demos la libertad de llorarles cuando parten, ellos han vivido a nuestro lado muchos años.
Alan Rickman, supo darle a Severus Snape, la elegancia, la oscuridad, la tristeza y el odio que el personaje tenía. Pudimos ver la profundidad de sus sentimientos, luchando siempre en la línea delgada que hay entre el amor y el odio. Pudimos sentir el amor incondicional y eterno, supimos descubrir recovecos en un personaje que siempre se mostró cruel, pero que por dentro tenía un caudal de amor que jamás pudo dejar salir.
Y Alan Rickman, pudo hacernos vivir la magia de ese “Siempre” que se incrustó en nuestros corazones, que nos ha servido como bandera de lucha, que nos ha hecho amar esta saga sin límites ni condiciones, que llenó tanto nuestras vidas que no podemos dejarla ir y escribimos miles de historias para mantenerla viva, vigente, fuerte.
Pero este amor no es de una generación, no existe la Generación Potter como se han dado en llamarla. Eso es una falacia, la leyenda Potterica se extiende mucho más allá de una generación. Yo no crecí con la saga, la descubrí a la mitad de mi vida. Conozco pottericos que van desde los tres años hasta los que ni se pueden decir, porque hasta donde yo sé, hay gente de ochenta años y más que es potterica.
En mi caso, tengo cuatro chic@s que, aunque no son pottericos, hoy me dieron un abrazo y consolaron mis lágrimas. Aquellos a los cuales no les importa verse las películas cien mil veces conmigo. Una niña de ocho años que está siguiendo mis pasos, aunque sean titubeantes. Los que me dicen yo lavo la loza, tú escribe, aquellos que me dan ideas para mis fic, a los cuales les pregunto qué les parece tal idea.
No vamos a decirle adiós a Alan Rickman, sino un hasta pronto, porque un poterrico, nuestro profesor de pociones solo ha vuelto a casa.
Ha emprendido el camino de regreso a sus amadas mazmorras, está supervisando las instalaciones bajo el lago que tanto amamos, nuestra casa Slytherin. Preparando nuestras habitaciones para cuando podamos regresar a Hogwarts.
Entiendo sus lágrimas y déjenlas salir libremente, que yo me lo he pasado todo el día llorando, pero recuerden no es un adiós, es un hasta pronto, porque “Severus” interpretado por Alan seguirá viviendo para siempre, ha ganado la inmortalidad, él se convirtió en lo que su personaje dijo: “Él se convirtió en Siempre, en nuestro “Always”.
Quiero que esto nos haga más fuertes y más unidas, porque hoy más que nunca hay un grande esperándonos en las puertas de hierro con estatuas de cerdos alados, él está bajo nuestro “Draco Dormiens Nunquan Titillandus” esperando nuestra llegada
Levanten sus varitas y lancen un “Lumus Solem” para que le acompañe en su camino a casa.
Mi amado profesor de Pociones, a su lado “Siempre”
Bellatrix_2009
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